Está allí, con el pelo largo suelto, en ropa interior frente a la prestigiosa Universidad Islámica Azad en Teherán, Irán. Esta estudiante, cuya identidad se desconoce, fue detenida tras manifestarse contra el hostigamiento por parte de las fuerzas de seguridad de la institución.
Según el periodista franco-iraní Armin Arefi, la joven «inscrita en la unidad de Ciencia e Investigación de la institución, había sido importunada porque no llevaba un ‘maghnaeh'», una tela negra que cubre la cabeza, la frente, la barbilla y el pecho, obligatoria en las universidades. Otros medios iraníes dijeron que las fuerzas de seguridad y la milicia Bassidi, una fuerza paramilitar formada por hombres y mujeres bajo el control de la Guardia Revolucionaria, le arrancaron el hiyab y la ropa que consideraron «inapropiados».
Luego, la joven caminó frente a la universidad. No se sabe si se encontraba en estado de shock. En las imágenes filmadas por otros estudiantes, los transeúntes la miran atónitos. Luego, la estudiante fue subida a un automóvil por hombres vestidos de civil con destino desconocido. Según el Boletín Amir Kabir, citado por Armin Arefi, fue golpeada en la cabeza, lo que le provocó una hemorragia.
La agencia oficial de noticias Fars también dio una versión sobre el incidente, diciendo que la estudiante usaba «ropa inapropiada» en clase y que los guardias de seguridad le habían recordado «con calma» las obligaciones del código de vestimenta. Según testigos citados por Fars, el intercambio estuvo desprovisto de cualquier agresividad.
En Irán, las mujeres deben seguir un código de vestimenta obligatorio: usar un pañuelo en la cabeza y ropa holgada en público. El incumplimiento del código de vestimenta, considerado «desnudez», expone a las mujeres iraníes a multas de hasta 150 dólares, que pueden duplicarse si no se pagan en el plazo de un mes. También pueden perder sus trabajos y ser expulsadas de las redes sociales hasta por un año. Las reincidentes se enfrentan a penas de prisión de entre seis meses y tres años.
El 16 de septiembre de 2022, Mahsa Amini fue detenida por la policía de la moral (Gasht-e-ershad) en Teherán por llevar un velo mal llevado. Tres días después, la estudiante kurda de 22 años murió bajo custodia policial, lo que provocó un movimiento de protesta sin precedentes en el país.
Decenas de miles de iraníes salieron a las calles para gritar su ira. Manifestaciones violentamente reprimidas por las autoridades. A pesar de las más de 30.000 detenciones y la muerte de al menos 551 manifestantes, entre ellos 49 mujeres y 68 niños, muchas mujeres iraníes siguen negándose a cubrirse el pelo. Un acto de desobediencia civil que llevó al presidente Ebrahim Raisi a contraatacar con un proyecto de ley aún más estricto sobre el uso del velo, votado el 20 de septiembre de 2023, un año después de la muerte de Mahsa Amini.
Fuente: France Press