La cumbre de los BRICS en Kazán, Rusia, que comienza mañana, se perfila como uno de los eventos más importantes de política exterior para el país en 2024.
El bloque, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha ampliado su membresía este año con la incorporación de cinco nuevas naciones: Egipto, Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía.
La creciente influencia de los BRICS en la arena internacional se refleja en el interés de otros 34 países que han expresado su deseo de formar parte del bloque.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien estaba programado para asistir a la cumbre, no podrá viajar debido a una pequeña hemorragia cerebral tras un accidente doméstico.
A pesar de su ausencia física, Lula participará de manera virtual en las discusiones. Por su parte, líderes de más de 20 países se han confirmado para el evento, mientras que otras naciones enviarán delegaciones de alto nivel.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también estará presente en la reunión, lo que subraya la relevancia del evento a nivel global.
Rusia, que ocupa la presidencia de los BRICS este año, ha enfatizado que la ampliación del grupo fortalece su autoridad y papel clave en la política internacional.
El bloque se ha posicionado como una alternativa frente a las estructuras dominadas por las potencias occidentales, buscando promover una mayor cooperación en áreas como la economía, el comercio y la seguridad. La cumbre será un espacio clave para discutir nuevas estrategias de desarrollo conjunto en un escenario mundial cada vez más multipolar.