En la localidad de San Pedro, provincia de Buenos Aires, una tercera parte de su población cayó en lo que aparentaba ser una lucrativa oportunidad de inversión en criptomonedas llamada “rainbowex”.
A través de una fundación llamada Knight Consortium, se prometían ganancias diarias de entre el 1 % y el 2 % en dólares, lo que atrajo a más de 20,000 personas. Los inversores, organizados mediante una aplicación y un grupo de Telegram, seguían las recomendaciones de una supuesta financista conocida como “la china”, quien anunciaba cuándo era el mejor momento para comprar o vender.
La situación recuerda a la estafa de Generación ZOE, que impactó a Argentina hace apenas dos años, en la que miles de personas fueron engañadas por promesas similares de ganancias exorbitantes.
En este nuevo caso, los “empresarios” que lideraban la operación resultaron ser actores, y la “financista” era una actriz indonesia. Las personas que se sumaban al esquema debían convencer a otros de invertir, un claro indicio de la estructura piramidal, lo que llevó a un colapso inevitable.
medida que el fraude se destapa, la conmoción en San Pedro es palpable, con miles de personas enfrentando la pérdida de sus ahorros. El profesor de programación Maximiliano Firtman, quien destapó la operación, subrayó que este tipo de estafas no solo afectan las finanzas de las víctimas, sino que también erosionan la confianza en las inversiones legítimas. El caso plantea interrogantes sobre la regulación y supervisión de los esquemas de inversión en el país, particularmente en criptomonedas.