Por Néstor Saavedra
“Mira a quién le sacas para tener lo que tienes”, decía un sabio de la antigua Grecia. Es un consejo que, dos mil años después, sigue vigente para lo que gobiernan un país. Los ajustes fiscales inevitablemente generan descontento pero, si bien es un problema soportar el malhumor de un pequeño grupo de poderosos, mucho más compleja resulta la disconformidad de un grupo numeroso. Esto puede observarse, por ejemplo, en las manifestaciones multitudinarias ante las medidas económicas tomadas por el presidente Javier Milei en Argentina.
Luchamos entre pensar que el presidente dominicano no consideró este aspecto en su Reforma Fiscal o lo consideró y no le importó el bienestar de la clase media. Creo que preferimos engañarnos a nosotros mismos y creer en su ignorancia antes que en su maldad. Pero, como fuere, el gobierno necesita descomprimir la ya de por sí muy apretada situación de esa enorme masa de la población dominicana que, a duras penas, llega con sus chelitos a fin de mes.
Uno de los aspectos significativos en que el gobierno se equivoca es la disminución de la capacidad de compra de la clase media: ese grupo mueve la economía de cualquier país en vías de desarrollo. si tiene un sueldo valioso, importante, una persona de clase media invierte y gasta: arregla su casa, cambia su carro, sale a divertirse, es decir, da ocupación a muchísimas personas y moviliza el dinero desde los barrios a todo el país.
Entonces, no se entiende que el gobierno grave con impuestos las pequeñas compras por internet al exterior de hasta 200 dólares que hacen muchas personas de clase media para conseguir stock y mejores precios que en el mercado local.
La Asociación Dominicana de Empresas de Courier (ASODEC) considera que la propuesta de aplicar el IVA (ITBIS) e Impuesto Selectivo a las compras por internet de hasta 200 dólares “debe ser revisada, debido a su impacto directo al consumidor”.
Al aplicar estos impuestos, sigue diciendo el comunicado, los costos finales de los productos se incrementan significativamente y decrece la capacidad adquisitiva de los ciudadanos además de restringir el acceso a bienes de consumo.
A su vez, añade, “la compleja operatividad logística se traduciría en la eliminación del Servicio Expreso de Entrega”.
¿Qué consecuencias traerá este impuesto al mismísimo Estado? Según ASODEC, la disminución del volumen de compras por internet dificultaría alcanzar la meta de la recaudación fiscal planteada en a Reforma y, lo que es peor, forzaría el cese de operaciones de empresas que generan empleos y contribuyen al fisco. Agregamos que, además, va a incrementar el comercio ilegal y el contrabando.
“Esto a su vez, afectaría la disponibilidad de vuelos de carga para exportaciones, poniendo en riesgo el posicionamiento de nuestro país como un hub logístico en la región”, tema del que el director de Aduanas, Eduardo “Yayo” Sanz Lovatón, ha hablado, con merecida consideración, incluso en foros internacionales.
En definitiva, ASODEC insta al gobierno de Luis Abinader a reconsiderar esta medida y “buscar soluciones que protejan a los consumidores y al desarrollo económico de la región”. Nosotros también.