Por Néstor Saavedra
No en todos los países occidentales y cristianos se celebra hoy, 27 de septiembre, el Día de la Biblia. Pero en muchos, como República Dominicana, sí. El 26 o 27 de septiembre de 1569 se terminaron de imprimir los primeros 260 ejemplares de la “Biblia del Oso” (en su portada aparece un oso comiendo miel de un panal) en Basilea, Suiza
Se trata de la traducción al español hecha por Casiodoro de Reina. Revisada por Cipriano de Valera en 1602, que se transformó en la más famosa versión de la Biblia en castellano, conocida como «Reina-Valera», tan difundida, especialmente entre los evangélicos, desde sus ediciones de 1902 y 1960.
República Dominicana es el único país que tiene una imagen de la Biblia en su escudo.
Lo curioso es que hoy día, a más de 400 años de esta impresión y más de dos mil del escrito original, siga siendo un libro relevante para millones de personas. La explicación se basa en que es el fundamento del cristianismo en cualquiera de sus ramas (protestante, católico, ortodoxo). Cambian las formas, varían puntos secundarios, pero los libros bíblicos siguen considerándose «palabra de Dios», lo que no es poca cosa, porque implica, sobre todo, la obediencia de quienes depositan su fe en Jesús.
El nombre «Biblia» habla de su conformación, ya que quiere decir «libros» (de donde viene, por ejemplo, «biblioteca»). Es una colección de libros escritos en más de mil años y con muy variado estilo y temática: hay leyes, historia, poesía, consejos, profecías, cartas, biografías y hasta un libro escrito en códigos difíciles de entender, como el Apocalipsis.
El texto bíblico se ha adaptado a todas las culturas y tiempos. Algunas verdades se mantienen inalterables en su aplicación, como «no matarás». Otras requieren de una interpretación que ha llevado a diferentes versiones para hacerlas comprensibles, como Dios Habla Hoy (Versión Popular) o la Biblia de las Américas.
Vale la pena, cualquiera sea su religión y su posición política, social y económica, leerla y descubrir qué mensaje Dios quiere decirle a través de un libro que merece que se le dedique un día en gran parte del planeta y un escudo en nuestra patria.