Dice mucho de un país o, mejor expresado, dice mucho de los conductores de un país el cambio que hoy ha sido aprobado en el Senado de República Dominicana. En primera lectura, la cámara aprobó colocar el nombre de Juan de Dios Ventura Soriano (Johnny Ventura) a la avenida Nicolás de Ovando en el Distrito Nacional. El proposito: destacar el legado de uno de los merengueros más importantes en la historia de nuestro país.
Cristóbal Venerado Castillo, senador de Hato Mayor, hizo la propuestas, que recibió la aprobación unánime de los 24 presentes. Deberá ser aprobada en una segunda lectura y luego pasar a la Cámara de Diputados, donde perimió en otros momentos.
Ovando fue uno de los enviados de España a la isla La Española, continuó con la colonización a partir de su llegada en 1502. Además de muchas tareas administrativas, como fundar provincias, introdujo el cultivo de la caña de azúcar.
Ventura, que falleció de un infarto en 2021, descolló como merenguero, artista, compositor y arreglador. «Querido por generaciones, considerado el padre del merengue moderno, merenguero del siglo, leyenda viviente del merengue e hijo del pueblo dominicano», ganó diferentes premios nacionales e internacionales, señalan los considerandos.
A estas justas loas al artista le suman sus 28 discos de oro, dos de platino, un Grammy Latino, un Grammy a la Excelencia, y la Antorcha de Plata del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en Chile.
En el 2022, la cámara alta también había discutido un proyecto para designar con el nombre de Jhonny Ventura a la calle Moca de la capital, pero caducó.
De esta decisión senatorial nos surgen preguntas que no le quitan ningún valor cultural a la trayectoria del merenguero. ¿Es necesario cambiar el nombre de una avenida tan arraigado en la mente de los dominicanos o simplemente llamará a la confusión? ¿No hay otras arterias con otros nombre que ameriten el cambio? ¿Qué expresaron los historiadores a los que suponemos se los habrá consultado? Con tantos problemas que tiene el pueblo dominicano, ¿es necesario detenerse en la minucia de un cambio de denominación vial? Con tantas promesas y necesidades de espacios al aire libre, ¿no era mucho más lógico bautizar uno de ellos con el nombre del artista?
El senado nos sigue sorprendiendo.