La ola de violencia que ha sacudido a los estados de Sinaloa y Nayarit entre el 9 y el 12 de septiembre ha dejado al menos 23 muertos en distintos incidentes.En Sinaloa, la Fiscalía local confirmó la muerte de 12 personas por disparos de arma de fuego, mientras que las autoridades siguen investigando las causas que llevaron a estos homicidios.
El gobernador Rubén Rocha Moya ha decidido suspender los festejos del Grito de Independencia y las clases en cinco municipios, incluida la capital, Culiacán, como medida de precaución.
Por su parte, en Nayarit, las autoridades reportaron la muerte de 11 personas en un presunto enfrentamiento entre grupos delictivos en el municipio de Huajicori.
Estos hechos han encendido las alarmas en la región, que colinda con Sinaloa, donde la violencia se ha intensificado desde el lunes. El gobierno estatal ha reforzado las medidas de seguridad en respuesta a estos actos violentos.
La situación en ambos estados refleja la creciente inseguridad que afecta a ciertas zonas de México, especialmente en regiones donde el crimen organizado tiene presencia.
Las autoridades locales y federales trabajan en la investigación y contención de los enfrentamientos para devolver la tranquilidad a las comunidades afectadas por esta reciente oleada de violencia.